Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España. Llegó al poder en 2018, tras una moción de censura al gobierno de Rajoy. Tras varios años en la oposición criticando la labor del gobierno (algo fundamental en cualquier democracia), recuerdo con que vehemencia recriminaban los recortes y la austeridad del gobierno del Partido Popular.
Ahora que están tan de moda las agencias verificadoras para comprobar datos, no tendrían tan fácil engañar a la sociedad ya que el gasto publico apenas sufrió pequeñas variaciones, tanto positivas como negativas.
Si quieres echar un vistazo rápido al histórico de gasto público en los últimos años pincha aquí.
Como verás, estamos hablando de décimas del PIB. A mi parecer, el ajuste debería haber sido mucho más pronunciado, no porque yo desee ningún mal a nadie, sino porque el gran pecado de nuestro país será la deuda.
Cuando un país gasta más de lo que ingresa como costumbre y esa diferencia se sujeta mediante deuda pública, lo único que hace es empobrecer más y más a las futuras generaciones, a nuestros hijos y nietos, que verán incrementados sus impuestos para pagar esa deuda y sus respectivos intereses sin que ello les suponga disfrute de servicio público alguno.
Es decir, cada euro proveniente de deuda que se gaste en servicios públicos, se convertirá en un futuro recorte de esos mismos servicios públicos, o bien, si se mantiene ese servicio público, ese euro más el interés, deberá ser sacado del bolsillo de los ciudadanos vía impuestos, por lo que el recorte futuro para el ciudadano será seguro, a falta de saber si vía subida de impuestos o recorte de servicios públicos.
Se trata pues de una huida hacia delante. Pedro Sanchez llegó al poder y ahora tiene muchos clientes a los que debe pagar el día 1 de cada mes. Algunos ya se los encontró y otros muchos son de nueva creación. Hoy en día la deuda pública española se sitúa en el 120% del PIB, una subida de 24,5 puntos respecto a al año 2019 en el que la deuda llegó al 95,5%. Actualmente España se encuentra entre los países con más deuda respecto al PIB del mundo .
Si quiere seguir en el poder, deberá tener contenta a toda esa clientela. Deberá mantener y subir pensiones, mantener y subir sueldos públicos, mantener y subir subvenciones, mantener y subir ayudas públicas, mantener y subir gasto en sanidad, mantener y subir gasto en educación etc.
Si hay algo imposible en este mundo es realizar la cuadratura del círculo. El presupuesto es limitado, es más limitado que todo lo prometido. Mientras que la Unión Europea lo permita, llegarán euros prestados, pero llegará el día en que se cierre el grifo, por lo que sin duda, gobernar a base de deuda es la acción más insolidaria que puede cometer un gobierno con el futuro de la sociedad que gobierna.
La oposición que criticó los recortes pasados, abraza ahora los recortes futuros desde el gobierno.
Pedro Sánchez, lo prometido es deuda
"El hambre y la sed te llevan a nuevos lugares"
@jotaliberty
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