La palabra Universidad procede del latín y su significado es universalidad, totalidad.
Cuando iba al colegio, mi percepción de Universidad era un lugar, en el que las personas mas inteligentes y preparadas se juntaban y guiadas por profesores muy sabios, aprendían, debatían, te enseñaban a resolver problemas y te preparaban para ser un especialista en un ámbito académico.
Este artículo de opinión, esta basado en mi experiencia propia como estudiante universitario y poseedor de un título de diplomado.
De mi andanza por esta etapa universitaria podría decir como punto positivo, que el enfrentarme a ciertas pruebas o asignaturas creo que consiguió que años después fuera mas capaz de adaptarme mejor a los cambios o tener mas herramientas para enlazar pensamientos y razonamientos.
Todo lo demás podría catalogarlo (con tristeza) como una gran decepción. Una etapa, con profesores que no incentivaban a los alumnos, llegaban a las aulas soltaban el guión y se marchaban y un sistema de apto o no apto en función de tu capacidad de absorción y repetición.
Si eras capaz de copiar todos los apuntes que se dictaban, leerlos, retenerlos en tu memoria hasta el examen y reproducirlos, entonces eras el alumno ideal, incluso el alumno becado.
Recuerdo salir de la universidad y enfrentarme a mi primer trabajo relacionado con lo estudiado y sentirme un inútil por no saber ni como empezar, porque nunca había tocado un software de gestión.
Quizás esa sea la gran derrota de la Universidad Española, vivimos en un país que en 2019 según el informe del Panorama de la Educación 2019 realizado por la OCDE, mas de un 40% de la población, tiene un título universitario, sin embargo, según un estudio de la fundación BBVA la productividad española cae un 10,5% desde 1995 frente al crecimiento del 4,5% que registra la Unión Europea.
Además de esto, para encontrar una universidad española en el ranking de mejores universidades del mundo nos tenemos que ir al puesto 156 en donde encontraremos la Universidad de Barcelona.
En España el gasto público para estudios superiores es un 1,3% del PIB frente al 1,5% de la Unión Europea por lo que no parece que sea un problema de financiación sino mas bien un problema del sistema.
La educación en su totalidad debería liberalizarse para que cada familia decidiese entre varios tipos de oferta educativa la opción que mas se acerque a sus preferencias. Pero más aun en la educación superior, en la que el alumno tiene una cierta madurez para poder elegir por si mismo, no solo el ámbito educativo en el que se quiere especializar sino también la forma en la que quiere hacerlo.
Las Universidades deberían poder competir entre ellas por ejemplo con una buena digitalización, contratando a los mejores profesores, especializándose en algunas formaciones en concreto, pruebas de acceso independientes, etc.
Si hay un profesor que hace muy bien su trabajo, será buscado por los alumnos y querrán estudiar en dicha universidad, evidentemente como las plazas son limitadas, la universidad diseñaría una prueba de acceso exigente relacionada con el ámbito de estudio. Lo contrario a la libre elección es el sistema público actual en donde todo te viene impuesto y la mediocridad aplasta al merito y en donde para estudiar matemáticas, te examinas con un comentario de texto en la prueba de acceso a la Universidad.
En definitiva, la universidad actual es un tramite administrativo en donde vas superando una serie de requisitos (asignaturas) para que el Estado te otorgue un título firmado por el Rey de España en el que te habilitan para trabajar en ciertos empleos, en lugar de ser centros en donde se incentiven y premien la creación de habilidades e ideas y donde realmente el alumno salga como un especialista que haga aumentar la productividad en su trabajo y en su país.
"El hambre y la sed te llevan a nuevos lugares"
@jotaliberty
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