EL VALOR DE LA LIBERTAD
Hoy me gustaría escribir sobre un pensamiento que me ronda mucho la cabeza estos días.
Para quien lea estas líneas mas adelante, ahora mismo nos encontramos en pleno confinamiento del Estado de Alarma impuesto por el Gobierno de España.
Me considero una persona con grandes preocupaciones respecto a lo económico, político y social.
Además de esto, tengo el defecto de estar atento cada día a toda noticia de actualidad en estos ámbitos. Y sí, digo defecto porque muchos días acabo saturado de buscar y filtrar información.
Durante este confinamiento he tenido más tiempo de lo habitual para buscar información, twittear e incluso animarme a escribir este blog.
Siempre he visto la política en España muy polarizada, eras de los azules o de los rojos.
Al principio incluso no sabía diferenciar muy bien las ideas que defendía cada una de las posturas, pero en mi mente las veía antagónicas.
Con el paso del tiempo, de leer, de investigar, de formarme y de informarme, llegué a la conclusión que me salvó de ser un integrante de esos equipos (Izquierda vs Derecha). Me topé con la idea del liberalismo, lo que me hizo ver la política de una forma completamente diferente, pero de ésto escribiré mas adelante.
En lo que quería incidir es, que viendo las noticias, canales de información en Youtube, Ivox, redes sociales y medios digitales me doy cuenta de la guerra "sangrienta" que hay entre los que defienden una bandera y la contraria, sin importar lo que hagan los portadores de las banderas.
Es casi como un partido de tenis, cada bando va devolviendo la pelota con mayor o menor técnica/suerte y de vez en cuando alguien marca un punto. Jamás nadie se lleva el partido.
Mi reflexión sobre todo esto, es que no se debería defender nunca a capa y espada una camiseta, una bandera, un escudo o un partido político.
El defender un equipo haga lo que haga, nos lleva a situaciones como la que se vive actualmente en España, en la que un grupo de gestores gubernamentales están haciendo una pésima gestión de sus funciones, una gestión que en cualquier empresa privada les habría costado el cese de contrato y con razón objetiva, sin indemnización.
La crisis del Covid-19 ha afectado a todos los países del mundo, algunos están gobernados por partidos con ideas mas progresistas, como Portugal y otros con ideas mas liberales, como Alemania.
Ha quedado bastante claro que el Covid-19 afecta a todas las personas, independientemente del ideal que tengan, pero la diferencia en la incidencia de la crisis (tanto en vidas humanas como en crisis económica) se ha diferenciado en el nivel de los gestores gubernamentales.
Gestionar un país no es hacer la revolución en Twitter ni cambiar de principios cada vez que el viento sople para conseguir el poder.
Gestionar un país precisa de personas instruidas y bien formadas que tomen decisiones eficientes y eficaces para el bienestar de la población.
La clave está en reconocer a esas personas y ahí es cuando nuestra responsabilidad queda en entredicho. Tenemos una élite política populista, lo que nos muestra un reflejo de la población española a la que el filtro de la ignorancia adormece el valor de la libertad.
Yo me pregunto, ¿como funcionaría una empresa privada con una dirección gestora formadas por los integrantes del gobierno? No sé ustedes, pero yo me imagino la respuesta.
Pues eso...
@jotaliberty
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